En primer lugar, al ser esta la primera newsletter del año, quiero desearos un feliz 2024, que se cumplan vuestros deseos, y sobre todo, que aprendáis mucho.
Y ahora vamos con los aprendizajes.
1. Formas de planificar tus objetivos en 2024
Aprovechando que es la primera del año, tengo que hablar, como no, de la planificación de objetivos para el 2024.
Y no me refiero a hacer una lista de cosas cuyo incumplimiento nos hará sentir ligeramente culpables hasta que las volvamos a incluir en la futura lista de promesas para el 2025.
Hablo de propósitos de verdad, para gente que o bien tiene mucha ilusión por conseguir algo, o bien está hasta los cojones de otro algo y quieren cambiar su situación.
Da igual, el objetivo es el mismo: cambiar.
Para lograrlo, necesitas algo más que una lista.
Os voy a proponer dos formas:
La primera es la de la copywriter canadiense Alex Cattoni:
Ella propone responder a seis preguntas al principio del año:
1 - ¿Qué tendría que ocurrir en 2024 para que fuera tu mejor año?
Simplemente escribe
2 - ¿Cuáles son los 4 objetivos que necesitarías alcanzar en 2024 para hacerlos realidad?
Escríbelos en orden
3 - ¿Qué podría IMPEDIRTE hacer realidad este objetivo? (es decir, procrastinación, síndrome del impostor, otras excusas para no empezar)
Elimina tus creencias limitantes
4 - ¿Cuáles son los rasgos, experiencias y habilidades que posees que te ayudaron a superar fácilmente esos obstáculos en 2024?
¿En quién tienes que convertirte para alcanzar tus objetivos en 2024?
5 - ¿Cómo lo harás realidad? Crea tu plan para 2024.
Coge tu sueño y planea acciones concretas.
6 - ¿Cuál es tu palabra para 2024?
Repasa todo lo que has escrito y piensa en tu palabra -o tema- del año...
La segunda es la que propone Víctor Martín en su libro “Desata tu éxito” y se llama 12-6-1:
Tienes que escribir una lista de entre 5 y 10 grandes objetivos y luego descomponerlos.
Creamos una tabla con dos casillas arriba y una abajo. En la de arriba a la izquierda, pondremos nuestros objetivos a 12 meses. En la de arriba a la derecha cogeremos esos objetivos y definiremos qué haremos en los próximos 6 meses para lograrlos. Y por último abajo cogeremos esas acciones de los 6 meses y veremos qué debemos hacer para acercarnos a ellos en los próximos 3 meses.
Esto no es inventar la rueda, se trata simplemente de descomponer problemas grandes en problemas pequeños y ponerles una fecha de caducidad.
Más viejo que el hilo negro, pero suena cool.
Concretar lo que vamos a hacer es algo muy potente que aumenta mucho las posibilidades de éxito. No es lo mismo decir que quieres perder peso que decir: “no voy a beber alcohol de lunes a viernes”.
Pero recuerda, no te vayas a pasar un mes planificando.
Dedica a esto el tiempo justo y empieza a currar. Si después hay que cambiar algo, ya se cambiará. Organizarse es un medio para un fin y no un fin en sí mismo ( lo sé porque yo he caído también en esto, por supuesto).
2. Vivimos en la mejor época para montar un negocio
Acabo de terminar un curso de la membresía de Joan Boluda, que trata sobre la creación de páginas web en modo automático, en base a inteligencia artificial y automatizaciones con herramientas tipo Zapier o Make.
No sé a vosotros, pero a mí estas cosas me vuelan la cabeza 🤯 .
Nunca ha estado tan al alcance de cualquiera, que le ponga las ganas y la dedicación necesaria, el montar un negocio con el que poner un plato de lentejas en la mesa todos los días.
O mandar a su jefe a tomar porc viento.
Hoy día, cualquiera desde su casa puede montar un tinglado y petarlo.
Las herramientas están ahí, muchas gratuitas y otras con un coste irrisorio.
Solamente hay que dedicarle un poco de tiempo a aprender algunas habilidades. Lo puedes hacer gratis a costa de tu tiempo, o acelerar el proceso con algún curso de pago.
Al final, el éxito o el fracaso dependen de varias cosas:
Que muevas el culo y te pongas a ello (FUNDAMENTAL)
Tener una idea
Hacer un producto o servicio mínimo viable y validar la idea
Ya sé que existe el problema de que si es tan fácil hacerlo, nada impide que otro te copie la idea y te chafe el invento.
Lo que quiero decir es que en ningún momento ha sido tan fácil, ni tan al alcance de todo el mundo.
Ni tan rápido.
Ni tan barato.
Recuerdo que en una charla sobre emprendimiento de Sergio Fernández.
Hablaba de que el proceso para montar un negocio era pedirse un problema, solucionarlo, y luego vender la solución.
Cuando lo dice él parece sencillo.
Pídete un problema realista. Si eliges solucionar el hambre en el mundo, te felicito por tu altruismo pero es poco probable que lo consigas.
Escoge algo que esté a tu alcance. Luego, si creces, apunta a metas mayores.
Si te pica el gusanillo del emprendimiento, aprovecha la ocasión, y a ser posible, diviértete por el camino.
El límite lo pones tú.
Porque el hecho de que emprender nunca haya sido más sencillo no significa que no haya que partirse el lomo trabajando.
Ánimo y al toro.
3. Tírate a la piscina y aprende
Creo que en la todavía corta vida de esta newsletter, he hablado bastante de que hay que pensar lo justo y luego tomar acción.
No sé si lo que os voy a contar ahora contradice esto que he dicho, pero os lo voy a contar a ver qué opináis.
Dice Isra Bravo que le gusta pensar en lo gilipollas que era hace quince días, reflexionando sobre la importancia del aprendizaje continuo.
Yo pienso lo mismo.
Aunque en mi caso particular, si era gilipollas hace dos semanas, os podéis imaginar como era hace dos años.
En esa fecha fue cuando empecé mi primer proyecto importante en esto del marketing. Una web para una profesional, en cuatro idiomas diferentes, con el objetivo de captar clientes de forma recurrente y servir de presencia online a su empresa.
Yo en esos días estaba trabajando a jornada completa en el estudio de arquitectura, cuidando a mi niña, etc.
Vamos, que mis recursos eran bastante limitados.
En aquel momento me lie la manta a la cabeza y lo hice lo mejor que pude. Aquella web tenía de todo: tuve que configurar un multisite, escribir los textos, buscar las imágenes, configurar plugins.. un trabajo de narices.
El que mucho abarca, poco aprieta.
A medida que han ido pasando los meses y he ido aprendiendo sobre las distintas disciplinas, como SEO o Copywriting, me he dado cuenta de los errores que cometí en aquel momento.
Si me pusiera a contarlos todos, esta newsletter se llamaría “Cinco Cagadas” en lugar de “Cinco Aprendizajes”.
Por ejemplo, tendría que haber hecho un estudio de palabras clave independiente para cada uno de los idiomas y haber adaptado los textos para esto. Además, el copy de la home alemana, que es la principal, no debería ser el mismo que las de las webs para los extranjeros que quieran invertir en Alemania.
Todavía hoy sigo arreglando ese desaguisado.
Pero una cosa es segura: Si no me hubiera tirado a la piscina, no sabría lo que sé ahora, ni tendría experiencia encontrando y resolviendo problemas.
Si hubiera esperado al siguiente curso o al siguiente libro, todavía estaría en la casilla de salida. Y esta profesional sin clientes que atender.
Hoy puedo decir que recibe solicitudes todas las semanas para contratar sus servicios gracias a esta web.
Poneos en marcha y haced cosas. Es la mejor forma de aprender.
4. No es la flecha, es el indio
Hoy día la tecnología nos ofrece muchas herramientas para facilitarnos el trabajo ( y la vida en general ).
Tanto que a veces dependemos demasiado de ellas.
Es como cuando vas hasta al cuarto de baño en coche y luego no puedes andar media hora seguida sin perder el aliento.
Nos malacostumbramos.
La herramienta más poderosa que tenemos descansa sobre nuestros hombros, aunque es cierto que muchos solo la usan para ponerse el sombrero.
Me gusta mucho una expresión del podcaster Carlos Castillo, refiriéndose a los portátiles MacBook Pro. A él no le gusta la etiqueta Pro en los dispositivos, porque piensa que el pro eres tú, no la máquina.
Un buen ejemplo de esto que digo son las herramientas SEO (las que nos proporcionan información para posicionar webs en internet).
Yo, particularmente, uso DinoRank y la parte gratuita de Ahrefs, así como el buscador de palabras clave de Google.
Aunque estas aplicaciones, SaaS o como queramos llamarlo nos dan muchos datos, lo más importante es cómo nosotros interpretamos estos.
Una vez Romuald Fons publicó un vídeo explicando cuál es para él la mejor cualidad que puede tener una persona que se dedique al SEO.
Sus palabras exactas eran “tu web te habla”.
Lo que quería decir es que tu obtienes datos de Analytics, Search Console, etc, y luego tú tienes que interpretar estos para traducirlos en acciones concretas.
No puedes dejarlo todo en manos de las herramientas, sino que tiene que ser tu criterio el que decida cuáles son las acciones a implementar.
Un buen profesional con una herramienta normal, lo hará mucho mejor que uno malo que disponga de la aplicación más cara del mercado.
El que marca la diferencia eres tú.
5. Las necesidades humanas y las marcas
El psicólogo Abraham Maslow, en su obra “Una teoría de la motivación humana” de 1943 creo su pirámide de necesidades de las personas, dividiéndolas en cinco, como se ve en la figura:
Cuando ya no nos preocupa saber si vamos a poner un plato en la mesa, empezamos a preocuparnos por otras cosas, como encontrar pareja, etc.
En su libro “Branding is Sex”, Deb Gabor nos cuenta que para entender a las marcas, primero hay que hablar de psicología, y aquí es donde la pirámide de Maslow entra en escena.
Podemos usarla como referencia para crear los valores de una marca que consiga un gran posicionamiento en el mercado. Se trata de la pirámide de valores de marca (Brand Value Pyramid).
Menciona un ejemplo en el que se ve todo muy claro: los coches.
Las cualidades básicas de un coche son el tener ruedas, motor, volante, asientos, etc. Aquello que deben tener sí o sí y que no constituye nada especial.
Después tenemos lo relacionado con la seguridad, la afiliación y el reconocimiento. Se refieren a cómo algunas cosas nos hacen sentir, y serían los extras que puede traer un coche (navegación por voz, puertos USB, asistente de aparcamiento, etc.).
Nos pueden proporcionar una ventaja competitiva, pero no son nuestra marca. Este tipo de extras puede ser fácilmente copiado por nuestra competencia, por lo que tampoco pueden definir nuestra empresa o producto.
Por último, habla de beneficios que hablan de cómo nos percibimos a nosotros mismos. Ella habla de su Audi Q5, que la hace sentir poderosa, al mando, y es una prueba de su estatus merecidamente ganado.
Las cosas de la parte inferior de la pirámide no son aquellas sobre las que construimos nuestra marca o las usamos como argumento de venta. Ya se dan por supuestas.
Lo que hace una marca, y que debemos usar para nuestra comunicación, es la forma en la que el uso del producto nos hace expresarnos a nosotros mismos, y lo que ese producto le dice a los demás sobre nuestra persona.
La experiencia de uso, o de tener un producto de una marca es lo que importa.
Un iPhone sirve para llamar, pero eso lo hacen todos los móviles chinos baratos.
La gente no lo compra por eso, sino por lo que ese aparato dice de ellos. Por cómo se sienten y por cómo les perciben los demás.
Este paralelismo me ha parecido tan interesante como cierto. Por eso quería compartirlo con vosotros, ya que me gusta unir cosas que a primera vista no tienen asociación directa, pero que luego tiene todo el sentido del mundo mencionar juntas.
Tan guay como siempre.
Tu news me recuerda un poco a la de https://www.thestealclub.com/. No sé si la conoces, pero creo que puedes coger muchas ideas de esta News, porque lo que hace básicamente es contar 3 ideas de otros que ha aprendido nombrando siempre la fuente (parecido a lo que tú haces).
Lo guay viene en la forma de comunicar y trasladar cada aprendizaje no solo por escrito, sino también de manera visual.
Aunque es en inglés la NL está hecha por un chico español que se llama Alex Llull y es la bomba.