Habilidades vs. Títulos Reglados: ¿qué es más importante?
5 habilidades que me ha dado la Arquitectura
Hace unos 2.500 años, un señor muy listo llamado Heráclito de Éfeso, nos dejó una frase que seguramente has oído con anterioridad:
Lo único constante, es el cambio
Hace algo más de 10 años que me cambié de país, dejando atrás familia, amigos, la Cruzcampo y los domingos de partido del Córdoba CF.
Dos meses atrás, dejé la arquitectura y empecé a dedicarme a hacer cosas por internet, especialmente SEO y también esta, tu newsletter, querido lector.
Todo cambia.
Que se lo digan a mi madre.
Primero me voy de España, y ahora me dedico a hacer algo que no es lo que he estudiado. A mis años.
No gana para disgustos, la pobre.
Se le saltan dos lágrimas como dos jamones de Jabugo cuando lo piensa. Yo lo que le digo es que si no hubiera estudiado arquitectura, ni ejercido la profesión, no podría hacer muchas de las cosas que hago hoy.
De la carrera en mi querida Escuela de Arquitectura de Sevilla, tengo muchos recuerdos. Algunos mejores, otros peores. Recuerdo aquella época con mucho cariño.
Si algo me ha dejado huella de la profesión de arquitecto, es el ser un todoterreno del trabajo. Aprender cosas nuevas con rapidez, trabajar a destajo, resolver problemas de muy distinta índole al mismo tiempo, flexibilidad para adaptarme a los cambios…
Ahora creo que por encima de una profesión, que por supuesto es algo muy valioso (nunca dejaré de ser arquitecto), lo importante son las habilidades. Las cosas que eres capaz de hacer.
Cómo resuelves problemas.
Puedes ser un tio cojonudo resolviendo problemas, que no tiene un título universitario. ¿Y qué? Lo crucial es tener algo que aportar.
A ser posible, algo lucrativo.
Hoy, siguiendo la estela de otras publicaciones que he hecho, más autobiográficas, os cuento como ejemplo, qué habilidades creo que me ha aportado el ser arquitecto, y que ahora me ayudan a desempeñar mejor mi nueva actividad, dentro del mundo del marketing y el SEO.
1️⃣ Capacidad brutal de trabajo
Durante la carrera, yo vivía en un conjunto de bloques bastante antiguos, junto a la Escuela de Arquitectura. Muchos de mis compañeros también tenían sus pisos de estudiantes allí, lo cual facilitaba mucho la tarea para trabajar en equipo.
La prueba más irrefutable, de que allí había muchos estudiantes de arquitectura era, que si te asomabas a la ventana un martes a las tres de la mañana, había un montón de luces encendidas en las ventanas.
Eran mis compañeros de carrera.
Mi récord de trabajo lo establecí en el tercer curso, en el que estuve sin dormir desde el domingo hasta el miércoles. Lo llegué a hacer dos veces. Fueron dos entregas de Planeamiento Urbano, de las que guardo un recuerdo….borroso.
Épocas con mínimo una noche en vela por semana, quedar para hacer un trabajo en la sala de estudio a las dos de la madrugada… Yo siempre dije que nuestra carrera no era de listos, sino de tener mucho aguante.
Por eso ahora sigo acostumbrado a ese ritmo infernal. Sólo dejo de hacer cosas para dedicarle tiempo a mi familia, y para el deporte, que no tengo ganas de que cueste más darme la vuelta que saltarme por encima.
Que yo ya le he dado la vuelta al jamón, oiga.
En el fondo, como he empezado tarde en esto, tengo mucho tiempo que recuperar. De otras peores he salido airoso. Poco a poco acorto la distancia con aquellos que empezaron antes, a base de fuerza bruta. Tendrán que estar atentos al retrovisor, que allá voy.
A mí, lo que me echen.
2️⃣ Trabajo en equipo
En la carrera de arquitectura, hay que hacer trabajos en grupo en casi todas las asignaturas. Aparte de en Física o Matemáticas, creo que siempre había prácticas con otros estudiantes.
Cuando podías trabajar con tu grupo de amigos, las noches en vela dibujando eran muy divertidas. De hecho, son los mejores recuerdos que tengo de aquellos años.
Aunque reconozco que me gustaban más los trabajos individuales, el hecho de que el 80% de las entregas de la carrera, tanto de asignaturas teóricas, como de las de dibujar, por así decirlo, me hizo espabilarme y aprender a tratar con todo tipo de gente.
Los arquitectos somos, en general, muy endogámicos. Por eso, cuando terminé los estudios, decidí que quería relacionarme lo mínimo posible con otros arquitectos, y más con seres humanos.
Aquí en Alemania nunca he tenido problemas con ningún equipo con el que he trabajado, y me las he visto con gente de pelaje muy diferente.
Por supuesto, cuando te toca un gilipollas estás jodido, pero ser capaz de llevarte bien con todos (o casi todos), y sobre todo, tener la capacidad de superar los roces que surgen inevitablemente en el trabajo diario, es un plus.
Aparte de los nicheros arquetípicos que trabajan en casa con el pijama puesto, los profesionales del marketing suelen trabajar en equipo. Hay tantas disciplinas, que es difícil dominarlas todas. Especialmente si se quiere ofrecer un servicio extraordinario. Me refiero, claro, a aquellos que prestan un servicio integral a los clientes.
En la actualidad, reconozco que me inclino más por el SEO nichero, aunque intento al menos ponerme un chándal, en vez del pijama. El caso es que si tuviera que trabajar con alguien, lo podría hacer sin el menor problema.
Sé empático, que uno se puede llevar bien con la mayoría de la gente.
3️⃣ Visión global
La carrera de arquitectura en España tiene dos vertientes: una técnica y la otra artística, que es la que conoce la mayoría de la gente.
Esto quiere decir, que tenemos asignaturas más teóricas de Historia, de Teoría de la Arquitectura, etc. y otras de “dibujar”, como Proyectos, o Geometría Descriptiva. Por otro lado, en la parte más técnica teníamos Física y Matemáticas por un tubo.
No es como en Alemania, donde los arquitectos no asumen la parte de cálculo, como las estructuras o las instalaciones.
En España, los arquitectos lo hacemos casi todo.
Cuando redactas un proyecto de arquitectura, tienes que combinar la parte estética con la técnica (como al hacer un desarrollo web, por ejemplo). El diseño con la construcción. Los planos con los ladrillos.
Y a ser posible, que no se venga abajo.
De esta forma se pueden coordinar mejor los distintos profesionales que intervienen en la obra, cada uno encargado de una parte específica. Todo dirigido por el director de orquesta: el arquitecto.
Con el marketing pasa algo parecido. Si estás haciendo una página web, tienes que tener en cuenta el SEO, el copy, el inbound, los funnels, y todos esos palabros que nos gustan tanto.
Para combinar todo de forma eficiente, es necesario tener una visión global de todo, para alcanzar el objetivo final. Este suele ser, no nos engañemos, no hacer un mundo mejor del país de la piruleta, sino más bien, el número de tu tarjeta (no son cosas incompatibles).
Tener una visión de conjunto, ayuda a resolver los problemas.
4️⃣ Pasión por lo que haces
En este caso, este es un enfoque muy particular mío.
Para dejar la arquitectura, he necesitado encontrar algo que me gustase tanto o más que ésta.
Ha habido un par de veces que cuando me he puesto a hablar con alguien de marketing, de SEO, etc., me han dicho que se me iluminan los ojos al enrollarme con estos temas. Es que es contar algo del robots.txt, y se me cae la babilla. Son temáticas de las que no me canso.
Creo que una pasión sólo se puede sustituir por otra.
Este apartado va a ser el más corto, porque no hay mucho más que decir.
Si amas lo que haces, no sabrás en qué día vives.
5️⃣ Capacidad de aprender muy rápido
En la carrera, para poder entregar los trabajos que nos pedían en clase, necesitábamos usar un montón de programas de ordenador diferentes (así le llamábamos antes los viejunos a las aplicaciones).
Siempre había una característica común: nadie nos enseñó nunca a usarlos. Tuvimos que aprender sobre la marcha, improvisando hasta llegar, en algunos casos, a un nivel avanzado en su uso.
No estamos hablando de escribir un documento simple en Word, sino de hacer una práctica de cómo calcular la estructura de un rascacielos (ejemplo verídico de la asignatura “Proyectos de Estructuras” de quinto).
Ya en mi vida profesional, el trabajar en Alemania, en lugar de en España, supuso adaptarse a muchas cosas nuevas. Por lo pronto la normativa es diferente, las formas de trabajar, que aquí son más o menos estándar, no tienen nada que ver con lo que yo conocía, etc.
Vamos, un sindiós (habría que usar más esa palabra).
Al margen de venir a Alemania con un bagaje de ocho años de autónomo, habiendo construido casas, un colegio de primaria, etc., y que al llegar te consideren poco más que el chaval que hace las fotocopias. Eso toca mucho los coj las narices.
Y ahora, querido lector, vuelvo a empezar de cero.
Imagina lo que supone dedicarte a marketing y SEO, sin tener ninguna experiencia previa ni haber estudiado esto. Ni conocer en persona a profesionales del sector. Es todo un reto.
No he tenido hasta ahora experiencia cambiándome de profesión, pero sí afrontando situaciones nuevas muy tochas, a las que he tenido que adaptarme. No es fácil, pero tampoco es imposible. Es cuestión de ponerse.
Sujetame el cubata, que voy.
Resumiendo, al margen de mi título, que me habilita para ejercer una profesión, me quedo con las habilidades que he desarrollado, y que ahora me permiten dedicarme a otra cosa completamente distinta.
Por supuesto, seguramente hay más profesionales que pueden decir que también han adquirido capacidades similares. Me alegro. Estas son las mías.
Espero que os haya gustado la edición de esta semana, y os espero el domingo que viene. Como un clavo a las 10:30.
Yo era la Bauingenieurin que calculaba lo que me daban los Architekten/innen y Umweltplanner/innen
😂😂😂
Buscarnos la vida y ser autodidactas es sobretodo, lo que aprendimos, como bien dices.
Gracias por el ratito nostálgico y de recordarorio de nuestro potencial 🙏🏼
Si llevo tus aprendizajes a mis años trabajando a destajo en el mundo de las consultoras "Big Four2 es tal cual:
1. Esa época desarrolló en mí una capacidad brutal del trabajo
2. También me hizo tener que cambiar de compañeros en cada proyecto, por lo que aprendí a trabajar, ya adaptarme a todo tipo de persona
3. Desarrollé visión global gracias a hacer proyectos de todo tipo, para diferentes empresas y sectores
4. Siempre que hablaba (y hablo) de lo que haces se me iluminan los ojos como a ti
5. Mi capacidad de aprender es muy avanzada. Cada que entraba en nuevo proyecto so sector tenía que volverme casi experto del mismo en cuestión de días.
Muy bueno como siempre Rafa.