A mí nada se me da especialmente bien.
¿Quién no se ha dicho esto a sí mismo alguna vez?
Sí, disimula ahora, venga.
Cualquier emprendedor sufre de dudas y estancamiento, y yo no soy una excepción.
A este respecto quiero contarte, querido lector, que la semana pasada caí en las fauces de Emilio Sánchez Lozano, coach profesional. Tenemos en común, entre otras cosas, haber ejercido la profesión de arquitecto durante muchos años.
Emilio necesitaba un conejillo de indias para preparar su nuevo producto: una mentoría 1 a 1 de dos horas de duración. De modo que en la edición de hoy de esta, tu newsletter, voy a contarte lo que me pareció esta experiencia, por si puede serte de utilidad.
Los más veteranos de esta casa saben que esta, tu newsletter, es un build-in-public (aunque a menudo cagada-in-public la describe mejor).
Querer avanzar y estar estancado, como atrapado en aguas movedizas, es un problema que creo que tienen muchos emprendedores. Yo por lo menos. Me recuerda a una cita de Bertrand Russell:
El gran problema del mundo, es que los tontos y los fanáticos están muy seguros de sí mismos, mientras que la gente sabia está llena de dudas.
Debo ser muy sabio entonces.
Porque siempre he estado ahogándome en el océano de la duda (qué cursi me ha quedado).
Reconozco que tenía ciertos prejuicios con el coaching. Desde los vendehúmos que pululan por internet dando porculo en los anuncios de YouTube, hasta el vídeo de Pantomima Full, (que por cierto es un descojone), no lo veía yo claro.
El coaching no goza de buena fama.
Probablemente, si no hubiera sido porque se trataba del compañero Emilio, no contrataría un coaching ni harto de vino. Sin embargo, en todas partes hay embaucadores, y gente que se toma en serio su trabajo.
Emilio es de los segundos.
Certifico que en los 120 minutos que duró la mentoría, el detector de humo que tengo en la habitación no saltó en ningún momento. No hubo paja (con perdón) en el rato que estuvimos hablando.
¿Pero, qué se puede sacar en claro en dos horas?
Emilio me envió la semana anterior un cuestionario con más de 30 preguntas. Algunas se respondían muy rápido, y otras no tanto. Es una forma, no sólo de que él te conozca un poco mejor, sino también de que tú te plantees cosas en tu cabecita.
Estas cuestiones no se refieren sólo al ámbito profesional, sino también al personal. Tiene todo el sentido. Es difícil triunfar en tu trabajo, si tu vida es una mierda.
Para dedicarte con tranquilidad a tu actividad, tienes que hacer primero los deberes en casa. Él me dio en la charla algunas estrategias para mejorar aún más mi vida familiar, que nunca vienen mal.
Emilio utiliza el método socrático, es decir, te va haciendo preguntas, pero en plan guay, no como tu madre cuando llegabas tarde a casa el fin de semana. A veces te pone en aprietos para hacerte pensar, que no le hace daño a nadie.
La cuestión es que los seres humanos estamos llenos de miedos, creencias limitantes, síndromes del impostor y mierdas varias.
Yo tengo un montón.
A menudo necesitamos que otras personas nos digan lo que somos capaces de hacer para que nos lo creamos.
Cuando digo otras personas, no me refiero ni a tu madre ni a tu mejor amigo. Me refiero a gente que no tiene una relación de cercanía contigo.
Lo que hace él es rascar debajo de la superficie, cual Indiana Jones (el joven, el de ahora sólo da tumbos) y deja al descubierto lo que ya estaba ahí, pero oculto.
Los milagros no existen
Emilio me dijo un par de veces antes de la mentoría, que tuviera cuidado con mis expectativas. No quería que me pensara, que después de charlar con él iba a poder levitar, y andar por encima de piedras candentes.
Ni de coñen.
No puedes pensar que en dos horas te van a cambiar la vida.
Eso, perdona que te lo diga, lo tienes que hacer tú.
El éxito o el fracaso de la charla, depende de lo que hagas después de esta. Los resultados no son inmediatos. Ni fáciles de conseguir.
Si no estás dispuesto a currártelo, no contrates consultorías de este tipo, porque estás tirando el dinero.
¿Qué me he llevado de las dos horas de charla?
Después de dos horas, aparte de ganas de ir al baño, me llevé principalmente tener las ideas más claras que cuando empezamos a hablar.
Que no es poco, dado que mi cabeza está más liada que el cable de mis auriculares cuando lo saco de la mochila.
De todo lo que me dijo, puedo destacar:
Me ha dado la certeza de cuál es mi superpoder: escribir (¿Estás de acuerdo?)
Me dio propuestas concretas, basadas en mi caso particular, de cosas que puedo hacer para avanzar en la creación de mi marca personal.
He sacado ideas para sacar dos productos digitales.
Un ejercicio de visualización de mí mismo en unos años, al que estoy deseando meterle mano.
Un par de trucos para disfrutar más del tiempo con mi Señora Alemana y mi Cordobávara.
Puedes advertir en este resumen que te he expuesto, querido lector, que todos esos puntos que menciono son acciones, que para que funcionen, debo hacer YO mismo. Nadie las va a hacer por mí.
Todavía tengo que trabajar en algunos aspectos, en forma de listas de objetivos, etc. Probablemente las puedas leer por aquí, o quizás en mi cuenta de LinkedIN.
Me gustaría que me pusieras en comentarios, querido lector, qué opinas tú del coaching. ¿Tienes la misma opinión que yo tenía hasta ahora? ¿Lo has probado alguna vez? Estaré encantado de leerte.
Para que quede claro:
Como no puede ser de otra manera, esta ha sido mi opinión sincera, y yo no me llevo un céntimo por escribir esto. Que me llevo muy bien con él, y eso puede nublar mi criterio, pues puede ser, no digo yo que no.
Si quieres te lo crees, y si quieres no, lo dejo a tu elección.
Nos vemos el domingo que viene, como siempre, a las 10:30 de la mañana.
Interesante sesión que te ha hecho el amigo Emilio. Muy interesante eso de las 30 preguntas previas que te ha mandado para conocerte mejor, adaptar la sesión y que te haya ayudado a reflexionar.
Seguro que de esa sesión han salido cositas muy interesantes.
Yo en el pasado tuve un coach, y también he ido un par de veces a una psicóloga que me ha ayudado a resolver un problema concreto que tenía.
Creo que como cualquier profesión hay gente buena y mala y lo importante es tener identificado alguien de confianza para acceder a esas personas en determinados momentos de la vida que te ayuden. Al final es una herramienta más que debes tener en tu caja de herramientas de la vida.
Excelente resumen de nuestra reunión, Rafa. No es fácil explicar lo sucedido en una sesión de coaching sin revelar los detalles de la misma. Y tú lo has hecho a la perfección. Aunque tengo que confesarte que tú ya venías con bastante claridad sobre lo que querías. Espero que pongas en práctica las ideas que surgieron durante nuestra conversación, tienes un proyecto apasionante por delante. Un abrazo