Probablemente cuando estés leyendo esto, yo estaré mirando al mar.
Esta es la primera newsletter que envío desde mi traslado a mis dominios malagueños para todo el verano.
Que esté aquí casi dos meses, no significa que esté de vacaciones. De hecho, tengo mucho que hacer para sacar adelante los proyectos que tengo en marcha.
Ya escribí un artículo sobre mi forma de trabajar hace algunas semanas, pero ahora las condiciones van a cambiar: mientras que mi Señora Alemana se queda algún tiempo de Rodríguez en Alemania, yo me vengo a España con mi Cordobávara, que me cumple añitos a finales de julio, por cierto.
Trabajo y Cordobávara es como decir Llados y panza, o perroflauta y champú. Palabras difícilmente compatibles.
No por mi niña en sí, claro está. Ella es maravillosa, pero es pequeña y necesita mi atención. Si tú, querido lector, tienes hijos, sabes de lo que hablo.
Tener a los pequeños en casa todo el día aporta mucha alegría al hogar, pero hay que asumir que hay que hacer las cosas de otra manera. Para que no reventemos de tanta alegría.
Incluso se ha dado cuenta de ello Marie Kondo, la reina del orden en casa, a la que quizá un pequeño tropezón con un trenecito tirado por el suelo por uno de sus churumbeles, le dio una hostia de realidad (lo del tren es una hipótesis mía, lo de la hostia no).
A pesar de que uno podría estar tentado de pensar ojalá que la niña crezca rápido, para que se ocupe de sus cosas y yo pueda hacer las mías. Nada más lejos de la realidad. Ojalá se quedara para siempre como está ahora (y yo también, dicho sea de paso).
Lo más fácil sería ponerle la tele todo el día, pero no me gusta eso de hacer que los cacharros hagan de canguro con los enanos. Un ratito vale, pero no tantas horas.
Este sería mi plan de acción para este verano:
Bajar el ritmo
Prefiero mantener una media de 5-6 horas de trabajo lo más intensas posible, y luego dedicarme de lleno a la familia. Después de tantos meses en Alemania me apetece también disfrutar del sol, de la comida, y de enterarme de lo que dice la gente que está al lado sin tener que traducir nada en mi cabeza.
De todas formas, trabajaré menos horas pero serán contados los días en los que no haga nada. Por ejemplo, quiero seguir publicando en LinkedIN durante todo el verano, así que no creo que desconecte del todo.
Levantarme muuuuy temprano
Para poder trabajar y aprovechar el tiempo en que ella duerme. Por suerte, en verano suele dejar de parecerse una niña humana para asemejarse más a una marmotita, por lo que espero tener tiempo suficiente.
Y si no puedo, pues no pasa nada.
No hace falta ser siempre muy productivo
Parece que tenemos que estar siempre dando el 100%, y nos estresamos cuando no lo hacemos, por un motivo u otro. Pues no hace falta. Hay que trabajar, sí, pero también tenemos que dedicarle tiempo a nuestra familia, amigos, y, por qué no decirlo, a nosotros mismos. Yo particularmente me caigo bastante bien.
Definir prioridades
Ya que es poco probable que pueda trabajar la jornada completa, lo que tengo que hacer es ser muy selectivo con mis tareas, de modo que sólo haga cosas que realmente llevan mis proyectos hacia adelante. Eliminar tareas superfluas y centrarme en lo importante.
Disfrutar de estar en España
Yo soy de los que piensan que el duelo a garrotazos de Goya describe al españolito medio muy fielmente. Aquí os lo muestro:
A pesar de que los españoles estemos constantemente esforzándonos en cargárnoslo, tenemos un país extraordinario, lleno de gente estupenda (lo cual no quita que haya algunos cabritos por ahí).
Creo que tenemos un país cojonudo. El mejor del mundo. Un lugar al que volver.
Así que necesito recuperar fuerzas (y que me dé un poquito el sol) para volver a Alemania en septiembre y comerme el teclado (no literalmente).
También quiero hacer otras cosas
Creo que poner la mente en otro sitio también nos sirve para descansar y cargarnos las pilas. Hacer cosas que normalmente no hacemos y nos sacan de la rutina, dedicar tiempo a nuestras aficiones también es importante.
Toda la vida he aprovechado las vacaciones de verano para leer los tochos que durante el año no había tenido tiempo de leer.
En 2024 intentaré continuar con esa tradición.
Por lo pronto, allí me está esperando ya la biografía de Fritz Lang escrita por Patrick McGilligan. Si se me cae el libro en el pie, después no podré entrar en establecimientos que no tengan rampa, podéis haceros a la idea de lo gordo que es.
Por otro lado, quiero ver si puedo practicar un poco con las acuarelas, que siempre he querido aprender y nunca he encontrado el momento. Dibujo desde siempre, y siempre me ha fascinado esta técnica pictórica. Veremos si al final es posible.
Por último, no quiero descuidar el deporte y la alimentación. Sé que si unimos estas dos palabras a “vacaciones” suena contradictorio. Es cierto que en el sur hace mucho calor y sólo se puede hacer deporte fuera a determinadas horas.
De todas formas, tengo un objetivo a medio/largo plazo, que es ponerme más fuerte que el vinagre. Veremos si consigo resistir un ambiente lleno de cañas fresquitas de cerveza, copas de albariño, paellas de arroz negro, y espetos de sardinas.
No me digáis que no es un reto.
Tengo curiosidad por saber cómo te vas a apañar en verano si tienes hijos. Estaré encantado de leerte en los comentarios.
¡Hasta la semana que viene!
Ese plan si lo llevas a cabo incluso sacarás mas cosas que de normal
Estoy probando el deep work y es ultra efectivo, 6 horas al día y el resto para ti y aprovecho más que cuando hecho 8-10 pero de forma dispersa
Menuda agenda tienes, Rafa!!!
Este será mi primer verano con niños, en concreto con mi bebé de 10 meses (mi marido no cuenta) y creo que por primera vez en muchos meses me voy a tomar mínimo 2 - 3 para desconectar del todo.
Eso sí que es un reto. Ya veremos si lo consigo 😂